Rewilding Spain impulsa con estos animales semisalvajes el pastoreo natural en la zona, una actividad que contribuye a la prevención de incendios y aumenta la biodiversidad.
El nuevo potro nacido en Mazarete, junto a su madre. PABLO SCHAPIRA / REWILDING SPAIN
La manada de caballos serranos semisalvajes que hace un año fue establecida por la fundación Rewilding Spain en la localidad guadalajareña de Mazarete, con el objetivo de impulsar el pastoreo natural en la zona, ha crecido con el nacimiento en septiembre de un potro que se suma a una potrilla que vino al mundo a principios de verano, y con el que la manada crece hasta los 13 ejemplares. La manada habita en el monte Solanillos de la localidad, propiedad de la Diputación de Guadalajara.
Su llegada a la manada, que se ha asentado en territorio de 1.485 hectáreas, es una buena noticia que muestra la buena adaptación que los caballos están teniendo a esta zona del Sistema Ibérico Sur. Aquí, los caballos serranos -una raza autóctona de las montañas del Centro peninsular en riesgo de desaparición- están llevando una impagable tarea de limpieza de matorral que ayuda a prevenir incendios y contribuye de manera significativa a la biodiversidad del bosque.
El papel de los grandes herbívoros y el pastoreo natural es fundamental en la restauración de ecosistemas sanos: limpian el territorio del exceso de la materia vegetal que constituye potencial combustible en caso de incendio; favorecen el crecimiento de un mayor número de especies vegetales, lo que contribuye a la biodiversidad general, y abren nuevos espacios, lo que supone una gestión natural del bosque.
Protagonistas de la regeneración del bosque
Todos estos elementos convierten a los caballos serranos de Mazarete en protagonistas destacados de la regeneración del bosque que se está produciendo en una zona que quedó severamente afectada por grandes incendios en el año 2005. Con el pastoreo natural, la regeneración del bosque es más rápida y más rica en términos de biodiversidad, además de incrementar la resiliencia frente a incendios.
Rewilding Spain monitoriza de manera permanente el estado de salud de los caballos y su adaptación, así como los efectos que estos tienen en el medio ambiente. Esto es posible gracias a la colaboración entre Rewilding Spain, las asociaciones ARREA y Micorriza, y la Fundación Apadrina un Árbol.
Dados los resultados positivos que se han producido hasta ahora, está planeado aumentar la manada con la llegada de nuevos caballos hasta alcanzar treinta ejemplares.
Oportunidad para una raza en peligro
La participación de caballos serranos en la restauración de estos bosques también representa una oportunidad para la supervivencia de esta raza, que tiene su origen en uno de los tres ecotipos de caballos primitivos de la Península Ibérica. Según explican desde ARREA, se cree que está estrechamente relacionada con el caballo Losino, pero aún se necesitan estudios genéticos para aclarar su relación con las otras razas peninsulares. Se trata, sin duda, de una raza muy antigua que ha habitado durante siglos las montañas y mesetas del interior de la Península, como atestiguan diferentes documentos medievales y fotografías realizadas a principios del siglo XX. Los caballos serranos se han utilizado tradicionalmente para trabajos agrícolas, así como para el transporte de personas y madera. Cuando no estaban trabajando, se les permitía vagar por los bosques municipales. También eran muy apreciados para la cría de mulas. Sin embargo, la llegada de la mecanización y el despoblamiento rural en las décadas de 1960 y 1970 hizo que estos animales perdieran su función y muchos ejemplares fueron vendidos o sacrificados. Afortunadamente, algunos caballos fueron abandonados o escaparon, logrando sobrevivir, reproducirse y formar manadas en las montañas.
Acción integrada en la iniciativa Sistema Ibérico Sur
El impulso al pastoreo natural es una de las acciones integradas en la iniciativa de renaturalización Sistema Ibérico Sur, un plan de acción a largo plazo que Rewilding Spain ha puesto en marcha en en un territorio de 850.000 hectáreas localizadas en las provincias de Cuenca, Guadalajara y Teruel.
Para la implantación de la iniciativa, cuenta con el apoyo de Rewilding Europe y la financiación del Endangered Landscapes Programme y de la Fundación Cartier for Nature.