Área de renaturalización
Caballos de Przewalski, los últimos caballos salvajes del mundo
Los caballos de Przewalski están considerados los últimos caballos salvajes que quedan en el mundo y estuvieron a punto de extinguirse a mediados del siglo XX. Su estado actual es crítico y se estima que apenas quedan unos 2.000 ejemplares.
A diferencia de la mayor parte de sus congéneres domésticos, los caballos de Przewalski tienen el morro convexo. Son de pequeño tamaño, con patas proporcionalmente más cortas, estructura maciza, cola larga y cabeza más grande comparada con el resto del cuerpo. El pelo es corto pero fuerte, de color amarillento a marrón oscuro, blanco en el hocico y más oscuro o negro en crines (siempre erectas) y cola. Los adultos miden en torno a dos metros de largo y pesan unos 350 kg.
En estos caballos se encuentran rasgos que son característicos de especies salvajes, como las rayas oscuras en la base de las patas, y que se pueden observar en pinturas rupestres en las que se caracteriza a los caballos salvajes que habitaron la península en periodos prehistóricos, como ocurre en las emblemáticas cuevas de Altamira y en la Cueva de los Casares (Riba de Saelices).
Los caballos de Przewalski son animales sociales que viven en manadas integradas por un macho dominante, varias hembras y crías de menos de dos años. A partir de esa edad, abandonan el grupo: los machos tratarán de hacerse su propia manada o arrebatársela a otro, mientras que las hembras se instalarán en otros grupos diferentes, garantizando así el intercambio genético.
Villanueva de Alcorón, una experiencia única en Europa
Estos montes de Villanueva de Alcorón son el único lugar de Europa Occidental donde los caballos de Przewalski viven en total libertad, lo que representa una oportunidad única para observarlos, así como un valioso recurso para el turismo de naturaleza y la educación ambiental. Además, dado el crítico estado de la especie, su presencia aquí supone una destacada contribución a su conservación.
La importancia del pastoreo natural en la renaturalización
El pastoreo natural de grandes herbívoros como los caballos de Przewalski es fundamental en la restauración de ecosistemas sanos. Con su alimentación y sus movimientos, estos caballos llevan a cabo una tarea esencial desde el punto de vista ecológico: reducen la biomasa forestal en un territorio en el que hace tiempo que desapareció la ganadería extensiva con caballos y vacas. Además, mejoran la diversidad y calidad de los pastos, lo que beneficia a otras especies de fauna salvaje, como ciervos, corzos o gamos, así como al ganado doméstico de ovejas y cabras de la zona.
Esta acción forma parte de la iniciativa de renaturalización del Sistema Ibérico Sur, que desarrolla Rewilding Spain. La renaturalización persigue la recuperación de los procesos ecológicos perdidos en los ecosistemas, para que la naturaleza recupere su equilibrio y pueda mantenerse por sí misma como ha hecho durante miles de años. Acciones como esta generan territorios más heterogéneos y con mayor biodiversidad, además de contribuir al desarrollo rural.
Precauciones
No tocar ni alimentar a los animales
Mantenga a su perro atado
Mantenga una distancia min. 50 metros
Peligro, no tocar ni pasar las barreras